EL RÍO

A Gustavo Romero Tejerina

De joven, no sabía qué era el tiempo.
Agitado en la naciente, el claro río
siempre demora el sentido de las cosas. 
Quería entonces que todo cambiase,
y ahora que todo permanezca intocado.
Cuando se acerca al mar, el turbio río
discurre manso. Su propio afán le basta.
Antes río y siempre río, el tiempo era, 
es, estar lejos, llegar donde el confín 
comienza a difuminarse. 

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